8 feb 2008

Funcionamiento de la Materia

Sugerencias

El Discurso Explicativo

  • ¿Qué es?

Un texto explicativo se define por su intención de hacer comprender a su destinatario un fenómeno o un acontecimiento. La explicación se organiza en torno a una estructura de problema-solución: se parte de un problema de conocimiento al que se trata de dar respuesta con la aportación de información que ofrezca las claves del problema. Por lo tanto, el texto explicativo es aquel que satisface una necesidad cognitiva, resuelve una duda y desencadena procesos de comprehensión y de intercomprehensión de la realidad.
Una secuencia explicativa se construye siempre a partir del mismo planteamiento: existe un vacío de conocimiento que el texto trata de aclarar.

La secuencia explicativa, como las otras secuencias prototípicas, no suele presentarse de forma homogénea en un texto, ya que en un mismo discurso podemos encontrar fragmentos explicativos, argumentativos, narrativos, descriptivos, etc.
Como los textos explicativos tienen como objetivo transmitir la experiencia y el saber científico y cultural de una comunidad, es lógico que esté en la base del discurso académico, ya que es la secuencia textual prototípica para transmitir y construir el conocimiento. Por ejemplo, una secuencia explicativa puede hacer comprender los terremotos definiendo qué son las fallas tectónicas; o mostrar cuáles son las pautas de deterioro del corazón, dando cuenta así de en qué consiste un infarto y en qué situaciones se produce.
Así pues, podemos observar que la secuencia narrativa es la que predomina fundamentalmente en los exámenes, los trabajos académicos, los manuales escolares, las entradas enciclopédicas, los tratados científicos o los artículos de divulgación científica.

  • Estructura

Cuando se ofrece una explicación, se suele suscitar el interés del destinatario en la cuestión presentando el problema de conocimiento como algo que merece ser explicado, también indicando el encuadre disciplinar o teórico desde el que se abordará. Por eso, los textos explicativos suelen iniciarse con un marco o presentación del vacío de conocimiento que será objeto de la explicación. Una vez presentado y formulado el problema en cuestión, los textos ofrecen una explicación. Finalmente, en muchos textos explicativos se procede a evaluar la explicación propuesta. La estructura típica de las explicaciones en estos discursos es:
1. Presentación / marco
2. Planteo del problema (explícito o implícito)
3. Respuesta del problema
4. Evaluación conclusiva
Si aplicamos este esquema a un texto explicativo, partimos de una esquematización inicial que nos sirve de presentación o marco. En el texto que proponemos más adelante sería: "Los distintos tipos de indígenas que esperaba encontrar Colón". Dicha constatación genera un ¿POR QUÉ? o un ¿CÓMO? que constituyen el problema que hay que resolver. Para responder a estas preguntas, el texto hace cinco hipótesis de los indígenas que podría encontrar Colón (asiáticos, europeos o africanos, una raza absolutamente desconocida, habitantes de un paraíso terrenal o monstruos). Finalmente, en la evaluación conclusiva, el texto hace notar que Colón estaba mentalmente preparado para encontrar cinco tipos de seres humanos en el curso de su viaje de 1492 y los últimos dos párrafos apuntan a la deficiente comunicación como causa de desviaciones a la hora de traducir lo que le contaban los indígenas a su propio esquema conceptual.

  • ¿Cómo se hace?

A. Analizar la situación

Una secuencia explicativa consta de dos movimientos, es decir, debe realizar dos funciones: señalar cuál es el problema de conocimiento y desarrollar la respuesta o solución. Estos dos movimientos pueden corresponderse con dos partes diferenciables del texto, es decir, pueden aparecer varios párrafos destinados a describir el problema; o bien puede bastar con enunciar el problema y desarrollar la respuesta o solución, de modo que prácticamente todo el texto se dedica a este segundo movimiento. Una solución redefine lo que antes era un problema, proporciona un nuevo punto de vista a través del cual se consigue que el problema deje de existir.

B. Planificar: ordenar las ideas.

La estructura de un texto explicativo es mucho más compleja que la de un texto descriptivo o narrativo, puesto que el texto no puede limitarse a "copiar" el orden en que están colocados los objetos en el mundo, ni el orden cronológico de los acontecimientos. Por ello, la estructura de una explicación intenta mostrar el orden del razonamiento, el orden en el que hay que observar el problema para solucionarlo, es decir, un orden lógico o mental, no "real": primero el problema y después la solución, primero lo general y luego lo particular, primero lo más sencillo y después lo más complejo. La explicación debe seguir, de manera explícita, un esquema, con el objeto de que en todo momento el lector sepa en qué punto del esquema se encuentra. Es importante evitar que aparezcan explicaciones en el último momento, explicaciones que no se hayan anunciado con anterioridad, y tampoco pueden faltar datos que el lector espera. Según el público al que va dirigido un texto explicativo -más o menos culto- y de la intención del autor -didáctica o no- podemos distinguir dos modalidades de textos explicativos: los divulgativos y los especializados.

  • TÉCNICAS EXPLICATIVAS

Con el fin de ampliar los conocimientos del destinatario, el emisor despliega una serie de estrategias y operaciones discursivas que le facilitan la interpretación del texto. Conocer estas estrategias es muy importante para construir con éxito secuencias explicativas.El emisor puede recurrir a: ·

La reformulación (la paráfrasis), para aclarar una información cuya formulación quizá ha resultado poco transparente. En algunos casos se introducen definiciones complejas, difíciles incluso para expertos en el tema. Es entonces cuando resulta útil repetirlas con otras palabras, presentarlas de nuevo desde otro punto de vista para ayudar al lector. Así pues, podemos afirmar que con la reformulación se repite un contenido expresado de otro modo en el texto inmediatamente precedente, de modo que constituye una operación regresiva (se realiza una vuelta atrás en el texto), cuya función es clarificar conceptos. Para realizar reformulaciones son útiles los marcadores siguientes: es decir, esto es, a saber, formulado/ dicho en otras palabras/ en otros términos, etc.
El análisis perceptivo no es, en rigor, una categoría del pensamiento, es decir, no es atribuible al funcionamiento del sistema central.

La definición, para delimitar el problema sobre la base del conocimiento existente, adjudicando unos atributos al tema/objeto en términos de la pertenencia a una clase y de la especificación de rasgos característicos. Las expresiones verbales más usadas son del tipo: se llama, se refiere a, se define como, está constituido por, contiene, comprende...

La inflación se define como un proceso de elevación continuada de los precios, o lo que es lo mismo, un descenso continuado del valor del dinero.

La ejemplificación, para hacer inteligibles al lector determinados conceptos que, formulados de modo abstracto, pueden resultar oscuros. Constituye un movimiento discursivo similar a la reformulación, en el sentido de que pretende "parafrasear" algo dicho previamente, pero en este caso se produce un desplazamiento de lo general a lo concreto: es decir, se sale de la idea hacia los datos particulares de la experiencia. Se alcanza un nivel ciertamente muy elevado de cultura cuando el hombre se libera de la ideas y temores supersticiosos y religiosos, y, por ejemplo, no cree ya en los simpáticos angelitos o en el pecado original.

Las citas de autoridad, el autor demuestra que su presentación es válida porque coincide con la explicación de reconocidos expertos en el tema, o sencillamente demuestra ser él mismo un experto, ya que ha leído todo lo que se ha escrito sobre esa cuestión.
Como ha notado el historiador de la cultura italiano Leonardo Olschki, Colón fue "meticuloso y exhaustivo" facilitando referencias sobre el aspecto de los indígenas, sus costumbres y sus peculiaridades, "pintando, incluso, su vida y sus hábitos con un realismo perspicaz y expresivo".

La clasificación, para ordenar y sistematizar la información. Las taxonomías permiten incluir el objeto dentro de una categoría determinada y, a la vez, subrayar sus características idiosincrásicas.El apio pertenece a la familia de las Umbelíferas; en esta especie vegetal hay dos variedades botánicas: Apium graveolens var dulce y Apium graveolens var rapaceum.

La analogía es el procedimiento de aclaración o ilustración que se construye a partir de poner en relación un concepto o un conjunto de conceptos con otros de distinto campo. Se manifiesta lingüísticamente a través de comparaciones y de metáforas. A través de las comparaciones y las representaciones metafóricas comprendemos conceptos difíciles de entender (por ejemplo, el concepto de la física "agujero negro").Además de las estrategias que se acaban de describir, el texto explicativo debe presentar una ordenación jerárquica de la información: cabe destacar que existen informaciones primarias e informaciones secundarias. Por esta razón resulta conveniente que el emisor señale de manera evidente la información que está en un primer plano y la información que está en un segundo plano. Una manera para resaltar ciertas ideas consiste en repetirlas. Otro recurso es utilizar ciertos elementos, llamados focalizadores, que sirven para señalar la especial relevancia de algún punto.

El alcance de una afirmación así cobra todo su sentido cuando se tiene en cuenta que, por definición, los sistemas de entrada son específicos de dominio y están informativamente encapsulados: es ésa precisamente la condición esencial de un "módulo" en el planteamiento foforiano (estructura de focalización).

En alguna parte debe integrarse el resultado de los distintos fenómenos perceptivos que son, recordémoslo una vez más, específicos de dominio. (repetición de una idea)

El Discurso Descriptivo

  • ¿Qué es?
La descripción es un modo de organizar el discurso que sirve para respresentar la realidad a través del lenguaje. Se pueden describir todos los aspectos de la realidad, desde los más concretos a los más abstractos, es decir, se pueden representar lingüísticamente a personas, animales, objetos, paisajes, épocas, sentimientos, etc. Por medio de las secuencias descriptivas se proporcionan distintos tipos de datos (características de los elementos objeto de descripción, funcionalidad, partes, comportamientos, semejanzas, etc.)
Como todas las secuencias (modos de organizar el discurso), la descriptiva puede ser la dominante en un texto (informe médico, presentación de vinos, tratado de botánica) pero en muchos textos aparece combinada con otras secuencias, por ejemplo, la explicativa o la argumentativa. En el ámbito literario forma parte sustancial de los relatos: junto con la secuencia narrativa y la dialogal es parte esencial de la representación del mundo de ficción.

Se pueden distinguir dos clases de descripción, la objetiva y la subjetiva:

En una descripción objetiva el autor adopta una actitud imparcial frente al objeto descrito, y se limita a describir, con la mayor objetividad y precisión posibles, las características que mejor lo definen (no trata de suscitar ninguna emoción estética en el lector). Este tipo de descripción es característica de los textos académicos y científicos.

En una descripción subjetiva el autor refleja lo que le sugiere personalmente el objeto que describe, y en muchos casos los datos aparecen de manera desordenada. Contiene una gran carga subjetiva y su finalidad suele ser estética.

La opción por un tono más subjetivo o más objetivo, así como el grado de importancia que se otorgue a ordenar estrictamente la información dependen siempre de la situación de comunicación y del propósito del intercambio.

La descripción tiene una función relevante en el ámbito de las disciplinas científicas que se proponen dar cuenta de forma organizada y exhaustiva de las características del mundo natural y social. Por eso encontramos descripciones en la astronomía, la física, la geología, la química, la botánica, la geografía, la historia, la economía o la antropología. En definitiva, toda ciencia tiene su dimensión descriptiva junto a su dimensión explicativa. El texto académico no es una excepción, ya que tampoco puede dar lugar a equívocos, debe ser preciso y huir de toda ambigüedad. Por lo tanto, quedan alejados del estilo académico los dobles sentidos y todos los elementos que permiten múltiples lecturas, ya que dificultan la comprensión de contenidos. También cabe destacar que la objetividad es imprescindible. El texto académico proporciona información que no depende de los sentimientos y emociones del investigador, sino que deriva de los datos de la realidad, o por lo menos ésta es la impresión que conviene transmitir.

Estructura de los textos descriptivosMientras que una descripción no científica puede incluir desordenadamente datos muy subjetivos (por ejemplo, la descripción de la persona amada en una conversación informal), en un texto académico, en cambio, las descripciones sólo admiten datos objetivos y comprobados. Además, en un texto científico, el orden es esencial y debe emplearse necesariamente un estilo objetivo, claro y conciso.

Podemos considerar tres procedimientos ordenados:

1. Establecimiento del tema: es la presentación del objeto como un todo. Éste se puede establecer desde el inicio o bien después de enumerar características.
2. Caracterización: se distinguen las cualidades, las propiedades y las partes del objeto de la descripción.
3. Relación con el mundo exterior: se establece una relación tanto en lo que se refiere al espacio y el tiempo como a las múltiples asociaciones que se pueden activar con otros mundos y otros objetos análogos (comparación, metonimia, metáfora).
Observa el siguiente ejemplo (Fragmento extraído de DAWKINS, R. (1988) El gen egoísta. Barcelona: Salvat, pp. 18-19).


Establecimiento del tema

La estructura de las moléculas

[...] En los organismos vivientes modernos existen otras grandes moléculas que son altamente complejas, y su complejidad se evidencia en varios niveles.

Caracterización

La hemoglobina de nuestra sangre es una típica molécula de proteína. Está formada por cadenas de moléculas más pequeñas, aminoácidos, y cada una de ellas contiene unas cuantas docenas de átomos dispuestos de acuerdo con un modelo preciso. En la molécula de hemoglobina hay 574 moléculas de aminoácidos. Éstas están dispuestas en cuatro cadenas, que se enrrollan unas con otras para formar una estructura globular tridimensional de sorprendente complejidad.

Relación del tema con el mundo exterior

Un modelo de una molécula de hemoglobina se parece más bien a un denso arbusto espinoso. Pero, a diferencia del arbusto espinoso real, no es un patrón aproximado y sujeto al azar sino una estructura definitiva e invariable, repetida idénticamente, sin una ramita o torsión que quede fuera de lugar, más de seis mil millones de veces en un cuerpo humano normal. La forma precisa de un arbusto espinoso que toma una molécula de proteína, tal como la hemoglobina, es estable en el sentido de que dos cadenas consistentes en la misma secuencia de aminoácidos tenderán a permanecer en reposo exactamente en el mismo formato enrollado y tridimensional.

  • ¿Cómo se hace?

  • A. Idear (explorar la situación)

Tal y como hemos afirmado anteriormente, a través de la descripción, y en consecuencia, a través del lenguaje, podemos representar la realidad que nos rodea.
El primer paso que debemos llevar a cabo al realizar una descripción es buscar todos aquellos datos que nos sean útiles para crear este tipo de secuencia discursiva. Así pues, necesitaremos buscar información en dos sentidos.
En primer lugar, debemos analizar todas las características de la situación comunicativa. Toda descripción está condicionada por el contexto en que aparece la comunicación: la relación entre los interlocutores, el contrato comunicativo que se establece, el conocimiento compartido que se presupone. El propósito que se pretende -ya sea persuadir, convencer, criticar, informar, burlarse o conmover- orienta la descripción, cuya función puede ser predominantemente informativa o bien expresiva, argumentativa o directiva. Todo ello forma parte de la configuración pragmática.
En segundo lugar, trataremos de encontrar información sobre el contenido de la descripción. Éste responde a preguntas explícitas o implícitas, del tipo: ¿qué es?, ¿cómo es?, ¿qué partes tiene?, ¿para qué sirve?, ¿qué hace?, ¿cómo se comporta?, ¿a qué se parece? Para ello, aplicaremos técnicas para recuperar la información que tenemos en nuestra memoria y técnicas de documentación para ampliar nustros conocimientos del tema. Esta búsqueda de información será más o menos exhaustiva dependiendo del grado de especialización del texto que deseemos crear.

  • B. Ordenar (esquema estructural)

El segundo paso que debemos llevar a cabo es la ordenación de las informaciones que hemos obtenido. La estructura de los textos descriptivos puede variar, ya que se pueden establecer distintos grados de compeljidad.
  • C. Textualizar (redacción del texto)

Una vez cubiertas las etapas anteriores, se emprenderá la redacción del texto descriptivo, teniendo en cuenta la siguientes técnicas descriptivas:
Emplear sintagmas nominales ampliamente adjetivados. De la selección de las palabras adecuadas depende el éxito del texto descriptivo: nombres y adjetivos valorativos, precisos y sugerentes para representar con viveza una escena o para dar cuenta de la impresión producida por ella, terminología específica en el caso de la ciencia y de la técnica. Es importante recordar que cada disciplina científica cuenta con una terminología o un lenguaje especializado y es importante utilizar los terminos percisos para huir de la ambigüedad del lenguaje estándar.


Ej: El viento sur, caliente y perezoso...El rumor estridente de los remolinos de polvo...El monótono y familiar zumbido de la campana del coro.
  • Usar palabras que describen impresiones sensoriales.
Ej: El viento sur, caliente y perezoso... (tacto)En las calles no había más ruido que el rumor estridente de los remolinos de polvo... (oído) Las nubes que se rasgaban al correr hacia el norte. (vista)En lo alto de la esbelta torre de la Santa Basílica. (vista)

Utilizar verbos en presente o imperfecto de indicativo. Ello permite llevar a cabo aseveraciones de carácter general, que resultan propias de las descripciones académicas.

Ej: La heroica ciudad dormía la siesta.Aquellas sobras de todo se juntaban en un montón, parábanse como dormidas un momento y brincaban de nuevo...Los coraliarios son parientes cercanos de las medusas y las actinias y forman...

Introducir enumeraciones de los distintos componentes del objeto descrito, colocados uno a continuación del otro (no aparecen conectores de carácter causal, consecutivo, condicional, etc.).

Ej: Las células se organizan en tejidos, órganos, aparatos y sistemas para realizar sus funciones.
Realizar definiciones. Esta técnica está estrechamente relacionada con la descripción y es una operación básica en la descripción académica. Consiste en predicar determinadas características de un objeto, un proceso o un fenómeno en general, con el objetivo de determinar a qué clase pertenece y cuáles son sus atributos distintivos, que lo convierten en un objeto singular. Esta estrategia es tan común en las disciplinas científicas en las que se investiga en torno a características del mundo físico, como en las disciplinas de humanidades, que investigan en torno a características, propiedades y configuración del mundo social, cultural o psicológico.

Ej: Las plaquetas o trombocitos son restos celulares derivados de unas células llamadas megacariocitos, y participan en el proceso de coagulación sanguínea.
  • Introducir analogías.

Esta estrategia consiste en comparar lo que se intenta describir con otro objeto o concepto más sencillo, más conocido por el lector. La analogía puede ser una estrategia muy útil para trasmitir conceptos, razón por la cuales muy frecuente en textos académicos, tanto en secuencias descriptivas como en secuencias expositivas o argumentativas. Sin embargo, no tenemos que olvidar que las comparaciones son solamente una ayuda para la comprensión, no constituyen verdades absolutas. La analogía tiene cabida en un texto académico solamente cuando es un mecanismo para facilitar la comprensión; a diferencia de lo que sucede en las descripciones literarias, en las descripciones científicas no deben aparecer comparaciones o metáforas con fines estilísticos.


Ej: Un modelo de una molécula de hemoglobina se parece más bien a un denso arbusto espinoso.
Emplear terminología específica.

Ej: Las válvulas están constituidas por unas membranas (dos la bicúspide y tres la tricúspide) insertas en las paredes del corazón.
  • Utilizar recursos expresivos.
- Comparaciones:Ej: Cual turba de pilluelos, aquellas migajas se juntaban en un montón...Parábanse como dormidas...

-Metonimias:Ej: La heroica ciudad dormía la siesta (el todo por la parte; los que duermen la siesta son algunos de sus moradores).

-Personificaciones:Ej: Los cristales temblorosos de los faroles.-Aliteraciones:Ej: Más ruido que el rumor estridente de los remolinos. (aliteración de /r/ para indicar el sonido del viento).

El Discurso Argumentativo

· ¿Qué es?

La argumentación es un modo de organizar el discurso que pretende conseguir la adhesión de un auditorio a las opiniones que sostiene el autor. La argumentación se utiliza normalmente para desarrollar temas que se prestan a cierta controversia.
La argumentación se identifica con el enunciado de un problema o situación que admite posiciones a favor o en contra de una tesis (opinión que se defiende). Argumentar es, por tanto, aportar razones para defender una opinión.
Toda argumentación tiene un carácter dialógico, es decir, presupone un diálogo con el pensamiento del interlocutor para transformar su opinión (tesis y argumentos, por un lado; contraargumentos, por el otro). Por ello se ha de presuponer la existencia de dos o más interlocutores (el escritor y su/s oponente/s). De aquí se deduce la necesidad de tener en cuenta al destinatario (identificarlo, conocer sus gustos y valores, prever su opinión...) para seleccionar los argumentos o premisas más adecuados y eficaces, y para contraargumentar (exponer razones que contrarresten o invaliden los razonamientos ajenos).
Como práctica social, la argumentación implica una forma específica de interacción ante la presencia de una discrepancia o conflicto. Tanto en la participación en distintas instancias de la vida pública como en el ámbito privado, la argumentación ofrece una alternativa a las formas directas de la imposición o la violencia para resolver situaciones problemáticas en las que no existe consenso. Desde un punto de vista pragmático, la argumentación es un acto de habla complejo cuyo propósito es contribuir a la resolución de una diferencia de opinión.
Por otro lado, la argumentación, por importante que sea en un texto, suele combinarse con otros modos de organizar el discurso, como la explicación o la descripción, para conseguir un texto más eficaz y dinámico. Así ocurre en el ensayo, en el que predomina el procedimiento argumentativo en combinación con la exposición. Otros textos en los que se emplea con profusión la argumentación son los textos científicos, los jurídicos y algunas modalidades de textos técnicos, por ejemplo el informe .
El discurso argumentativo, pues, se realiza en una amplia variedad de formas textuales que apelan a recursos muy diversos y poseen distinto grado de complejidad. Las situaciones más comunes en que se emplea la argumentación son las siguientes:

a) Situaciones de carácter interpersonal: vida cotidiana (discusión entre dos personas con diferente punto de vista), entrevista laboral, etc. Se caracterizan por la utilización de un discurso poco planificado.

b) Situaciones de carácter social: cartas al director, artículos de opinión, manifiestos, anuncios publicitarios, debates, mesas redondas... Emplean un discurso más planificado y estructurado, con una gramática más elaborada y precisa.

c) Situaciones técnicas: ámbito científico, jurídico y administrativo... (artículos de investigación, tratados, instancias, alegatos, sentencias, demandas...). Usan estructuras muy formalizadas, en un discurso técnico.

d) Situaciones académicas: los exámenes, informes, trabajos académicos.

En el ámbito académico (exámenes, informes, trabajos académicos) saber argumentar bien es imprescindible para defender con éxito la posición que se sostiene. Para ello, es importante examinar los posibles argumentos de los contrincantes y buscar argumentos sólidos que defiendan nuestras conclusiones.

  • Estructura de los textos argumentativos

Los textos argumentativos, como los expositivos, basan una parte importante de su efectividad en la buena organización de las ideas con las que se pretende convencer o persuadir. De entre las variadas formas con las que se puede manifestar este modo de organizar el discurso, analizaremos la estructura más habitual establecida ya en la Antigüedad por la retórica clásica.

Todo texto argumentativo se articula en torno a cuatro partes fundamentales:


1. Presentación o introducción

Tiene como finalidad presentar el tema sobre el que se argumenta, captar la atención del destinatario y despertar en él el interés y una actitud favorable.


2. Exposición de la tesis


La tesis es la postura que se mantiene ante el tema. Puede aparecer al principio o al final del texto y es el núcleo de la argumentación.
Una tesis puede ser una opinión subjetiva, en el caso de la argumentación informal; en cambio, si se trata de un trabajo académico de investigación, la tesis tiene que ser una hipótesis científica. Cabe destacar que una tesis que no se apoye en argumentos racionales no constituye una argumentación académica. Solamente los datos objetivos o las afirmaciones demostrables científicamente constituyen argumentos válidos en un texto científico-técnico.


Al defender una opinión suele adoptarse una de estas tres posturas argumentativas:


a) Postura positiva: el emisor-argumentador aporta argumentos que apoyan su tesis (argumentación positiva o de prueba).


b) Postura negativa: se ofrecen razones que refutan o rechazan argumentos contrarios al propio punto de vista (argumentación negativa o de refutación).


c) Postura ecléctica: se aceptan algunas razones ajenas (concesiones) y se aportan argumentos propios.


3. Cuerpo argumentativo y antitesis


Una vez expuesta la tesis, empieza la argumentación propiamente dicha. Se trata bien de justificar la tesis con la presentación de pruebas y argumentos variados (argumentación positiva), refutar la tesis contraria, o admitir algún argumento contrario (concesión) para contraargumentar.
Con el objetivo de lograr persuadir al destinatario, el emisor puede desplegar una serie de estrategias argumentativas. Puede recurrir a las citas de autoridad y a la ejemplificación, a la analogía, a la exposición de las causas y las consecuencias que comporta la adopción de sus ideas, al refuerzo de su opinión mediante datos objetivos (como, por ejemplo, resultados estadísticos o sondeos), o a la discusión y desestimación de posibles objeciones a la tesis adoptada.


4. Conclusión


Se recuerda al interlocutor la tesis, las partes más relevantes de lo expuesto y se insiste en la posición argumentativa adoptada.


En las argumentaciones escritas (textos científicos y técnicos, humanísticos, ensayos...), los esquemas más utilizados son:


a) Argumentación deductiva. Presenta una orientación demostrativa: se parte de una o varias ideas generales (tesis) para llegar a una conclusión (que reafirma la tesis de partida o propone nuevas tesis) mediante la presentación de hechos, pruebas y argumentos.


b) Argumentación inductiva. Se parte de la presentación de una serie de argumentos y, tras análisis y razonamientos variados, se llega, a modo de conclusión, a una tesis que se infiere de dichos argumentos.


c) Argumentación mixta. Contiene a la vez elementos del esquema deductivo y del inductivo. Se formula al principio la tesis, se muestran hechos, casos o razonamientos que la confirmen y, al final, se repite la tesis, casi siempre con alguna variante.

  • ¿Cómo se hace?

A. Explorar la cuestión

El primer paso es la indagación; antes de empezar a escribir un texto argumentativo hay que explorar la cuestión, es decir, el problema o situación que admite posiciones a favor o en contra de una tesis, y considerar las diversas posiciones.

Para ello se requiere:

a) Explorar los argumentos sobre todos los aspectos de la cuestiónNuestra tarea consiste en dar una opinión bien informada que pueda ser defendida con argumentos sólidos. Nos informaremos sobre la cuestión, leeremos artículos y hablaremos con personas con diferentes puntos de vista. Así empezaremos también a formular argumentos propios.

b) Cuestionar y defender la tesis Tendremos que examinar también los argumentos a favor y en contra de la tesis. Hay que convencer al lector de que los argumentos son ciertos, y de que la tesis deriva coherentemente de ellos.


c) Revisar y reconsiderar los argumentos Después de haber decidido la conclusión que queremos defender y de haber explorado los argumentos, tenemos que pensar en la forma más adecuada de organizarlos: es eficaz discriminar los argumentos fuertes frente a los débiles.


B. Ordenar los puntos principales

Supongamos que hemos llegado a una tesis que pensamos que podemos defender adecuadamente. Ahora hace falta organizar el texto de manera que trate todo lo necesario; prepararemos el esquema.


a) Explicar el problemaEmpezamos presentando la pregunta a la que queremos responder.
A continuación, explicamos por qué es importante. También hay que considerar al público al que nos dirigimos.

b) Formular una propuesta o afirmación definitivaSi estamos formulando una propuesta, tenemos que ser específicos. Expondremos, en primer lugar, nuestra afirmación de una manera simple y, a continuación, ofreceremos tantos detalles como sea necesario. Hay que formular de manera clara cuál es nuestro propósito.

c) Desarollar los argumentos de un modo completoUna vez que hayamos aclarado la importancia de la cuestión que estamos tratando, y una vez que hayamos decidido exactamente lo que nos proponemos hacer, estamos en condiciones de desarrollar el argumento principal.Planificar es importante. Un argumento bien desarrollado es mejor que tres argumentos tan sólo esbozados.

d) Examinar las objeciones (contraargumentos)Hay que anticiparse a preguntas escépticas. De este modo, podemos matizar la tesis de partida.La mayoría de las tesis no tienen un solo efecto, sino muchos. Tenemos que examinar qué desventajas puede tener nuestra tesis (anticipándonos a las desventajas que otros puedan argumentar como objeciones). Argumentaremos que las ventajas superan a las desventajas (y nos aseguraremos de que realmente lo hacen) y trataremos de responder a las críticas más fuertes o más comunes.


C. Escribir el texto argumentativo

Una vez explorada la cuestión y desarrollado un esquema, es el momento de escribir el texto.


a) Seguir el esquema

Seguiremos el esquema que hemos desarrollado y no pasaremos de un punto a otro, si éste debe venir más tarde.

b) Formular una introducción breve

La introducción debe ser breve y precisa; no puede ser una introducción demasiado general.

c) Exponer los argumentos de uno en uno

Como regla general, expondremos un argumento por párrafo. Incluir muchos puntos diversos en el mismo párrafo sólo confunde al lector y hace perder aspectos importantes. Usaremos el argumento principal para plantear los párrafos.Un buen ensayo primero explica la importancia de la cuestión, luego formula la tesis y finalmente dedica un párrafo (o, a veces, varios párrafos) a cada una de las premisas.

d) Claridad

Las cuestiones que a nosotros nos parecen que están relacionadas, a algún lector le pueden parecer totalmente desvinculadas. Es, por tanto, esencial explicar las conexiones entre las ideas, aun si nos parecen absolutamente claras.

e) Apoyar las objeciones con argumentos

Además de desarrollar nuestros propios argumentos de una manera cuidadosa y completa, también desarrollaremos en detalle los posibles contraargumentos, si bien de un modo no tan completo como los argumentos a favor de la postura defendida.

f) No afirmaremos más de lo que hemos probado

Terminaremos sin prejuicios. Muy rara vez responderemos a todas las objeciones de manera adecuada, y siempre pueden aparecer nuevas objeciones, que no podemos infravalorar.


D. Evitar las falacias

Las falacias son errores en los argumentos. Llamar a algo una falacia normalmente es sólo otra manera de decir que viola una de las reglas de los buenos argumentos que acabamos de exponer. Por ejemplo: si en el desarrollo de los puntos principales se generaliza a partir de una información incompleta (punto c) o si no se examinan las objeciones (punto e).

* Importancia de los conectores argumentativos en el texto académico
La función básica de los textos argumentativos es presentar una serie de informaciones de manera convincente para guiar al lector hacia las conclusiones que nos interesan. Es imprescindible por ello relacionar las secuencias textuales entre sí.
De acuerdo con las funciones que realizan los conectores argumentativos, distinguiremos tres grupos distintos:

I. Conectores contraargumentativos

a) Expresiones conectivas como aunque, a pesar de (que), pese a (que) y si bien (de las que aunque es el conector prototípico).

b) Conectores como pero, sin embargo, no obstante, ahora bien, con todo, aun así o de todas formas (pero es el representante paradigmático de este grupo).

c) Grupo formado por conectores tales como mientras que, en cambio y por lo contrario (básicamente modifican en el segundo miembro algun aspecto de lo formulado en el primero)

II. Conectores consecutivos

a) Conectores integrados en la oración (que presentan la conjunción que): así que, de modo que, de manera que, por lo que, de ahí que, etc.

b) Conectores de tipo parentético: por ello/eso, por ese/ tal/ dicho motivo/ razón/ causa, por (lo) tanto, en consecuencia, por consiguiente, por ende, pues, así pues.

III. Conectores aditivos

a) Conectores que introducen un nuevo aspecto o punto de vista del tema que se está tratando sin valorarlo desde el punto de vista argumentativo: asimismo, igualmente, de igual/ mismo modo, por otra parte, por otro lado, por su parte, a su vez.

b) Conectores que introducen un nuevo aspecto informativo del tema, presentándolo como más fuerte desde el punto de vista argumentativo que los aspectos anteriores: además, encima, por añadidura, por demás, incluso, inclusive.

El Discurso Narrativo

  • ¿Qué es?

La narración es una de las formas de expresión más utilizadas, ya que forma parte de nuestra manera de comprender el mundo, incluso podemos afirmar que predomina por encima de otras fromas que se usan para describir la realidad más "distantes" u "objetivas" como pueden ser la definición o la explicación.
Los textos narrativos incluyen la descripción y el diálogo como formas expresivas imprescindibles, ya que, en un cuento o en una novela, son el medio adecuado para caracterizar a los personajes (mediante la descripción y el diálogo) y los ambientes (mediante la descripción). Del mismo modo, en una secuencia explicativa se puede incluir una narración a modo de ejemplo, o en un discurso argumentativo, se puede utilizar como agumento que apela a la experiencia. En el ámbito académico, la narración constituye un recurso didáctico de primer orden, aunque no suele aparecer como secuencia predominante, sino que se subordina a otras secuencias. Por ejemplo, utilizamos la narración en un informe o en una memoria para presentar las acciones realizadas; en un examen, para mostrar las secuencias de hechos de un acontecimiento importante. Asimismo, en el ámbito de la investigación de las ciencias sociales, la narración se ha convertido en uno de los instrumentos propios de algunas disciplinas. La sociología, la antropología, la sociolingüística, etc. cada vez recurren más a la narración, ya que sirve para introducir testimonios "vivos".

  • Estructura de los textos narrativos

Si nos centramos en la estructura de la secuencia narrativa, podemos distinguir cinco constituentes básicos:
- temporalidad: existe una sucesión de acontecimientos en un tiempo que transcurre.

- unidad temática: esta unidad se garantiza por un Sujeto-Actor.

- transformación: los estados o predicados cambian.

- unidad de acción: existe un proceso integrador. A través de una transformación, se parte de una situación inicial hasta llegar a una situación final.

- causalidad: se crea una sensación de "intriga" a través de las relaciones causales que se establecen entre los acontecimientos.


Por lo que se refiere a las partes, podemos delimitar cuatro partes fundamentales:

  • Planteamiento (situación inicial)

Es la parte inicial del relato que suministra los antecedentes necesarios para que el lector comprende el relato en su integridad. En él se presenta el tema, los personajes, las propiedades del tiempo y del lugar.

  • Desarrollo (transformación)

En esta parte se desarrollan los hechos. Se produce una complicación que modifica el estado precedente y desencadena el relato. Suele ser la parte más extensa del relato.

  • Clímax

El momento más interesante de la sucesión de acontecimientos constituye el clímax; en él la narración llega a su momento cumbre.

  • Desenlace (resolución)

Es la parte final del relato; donde se establece un estado nuevo y diferente respecto de la situación inicial o planteamiento. Observa el siguiente cuadro.
A continuación te presentamos un texto que corresponde a la biografía de Josep Pla. Si bien predomina la secuencia narrativa, la encontramos combinada con la explicativa. En el texto puedes observar la progresión de acontecimientos en la vida de Pla, que van desde su nacimiento hasta el año de su muerte. También cabe destacar el uso de conectores que sirven para organizar el discurso y el uso de verbos en pasado, que corresponde a la narración canónica y que nos permite situar los acontecimientos de manera ordenada en el tiempo.

  • JOSEP PLA

Josep Pla nació en Palafrugell el 8 de marzo de 1897. Por ello, el mismo autor siempre afirmaba que la totalidad de su sangre “era ampurdanesa”. Hijo de una familia de pequeños propietarios rurales, estudió bachillerato en Girona y Derecho en Barcelona. Nunca ejerció esta carrera puesto que se dedicó de lleno al periodismo.
Como periodista profesional, comenzó en 1918 en Las Noticias y pasó después a La Publicidad y, como corresponsal, a La Veu de Catalunya. Colaboró también en los periódicos de Madrid El Sol y Fígaro, y en muchas otras publicaciones, entre las cuales destaca La Revista de Catalunya. Los años comprendidos entre 1919 y 1939 se caracterizan por el hecho de discurrir fuera de Cataluña como corresponsal de prensa. Francia, Italia, Inglaterra, Alemania, la Unión Soviética, Madrid, etc., fueron sus residencias habituales o el objeto de viajes especiales con el fin de elaborar crónicas periodísticas.
Cuando estalló la guerra civil, se fue al extranjero y no volvió hasta enero del 39, fecha en la que se instaló definitivamente en la masía Pla, en Llofriu, Girona, y de donde solo salió en contadas ocasiones. A partir de esta fecha colaboró con asiduidad en distintas publicaciones periódicas. Escribió, semanalmente, colaboraciones en castellano en la revista Destino. Finalmente, murió el año 1981.


Texto adaptado de ATIENZA, E. y LOPEZ, C. (2000). Puntuació i processos de composició, Articles, 20, pp. 59-73.

  • ¿Cómo se hace?

En toda narración o relato hay que considerar, en primer lugar, la ficción o historia que se va a contar. Ella está constituida por un conjunto de acontecimientos o acciones que se suceden y encadenan entre sí, y que constituyen la trama.
La historia se estructura, normalmente, en el orden cronológico de los acontecimientos principales desde una situación inicial a una situación final. Sin embargo, un relato bien construido no sólo consta del encadenamiento temporal de los acontecimientos; a éstos se les suele añadir otros elementos tales como descripciones, diálogos y reflexiones. Para redactar una pequeña historia aconsejamos seguir los siguientes pasos:


1. Elección de un conflicto apropiado para la historia.

2. Selección del tipo de narrador y punto de vista.

3. Organización de la trama o acción.

4. Desarrollo de los personajes por medio de la descripción, diálogo y acción.

5. Creación del marco o ambiente de la historia mediante la descripción de lugares y tiempos.

El Comentario De Texto

  • Qué es?

Tradicionalmente, el comentario de texto ha sido una práctica habitual en muchas disciplinas académicas del sistema educativo, e incluso en las pruebas de acceso a las universidades.
Las metodologías que se han aplicado en les diversas disciplinas han dado lugar a diversas modalidades de comentario, como el comentario de textos literarios, el comentario lingüístico, el comentario histórico o el comentario filosófico, y otras variantes.
Teniendo en cuenta esta diversidad, lo más aconsejable es que el estudiante se adapte a las pautas que proponga cada docente en su asignatura.

  • ¿Para qué sirve?

La práctica del comentario de texto permite:
a) Comprender los textos en profundidad b) Mejorar la capacidad de análisis e interpretación razonada de un texto c) Reflejar en un escrito las conclusiones a partir de una lectura.
El profesor puede utilizar el comentario de texto para:
a) Evaluar la capacidad de comprensión de textos b) Evaluar el nivel de conocimientos sobre un tema c) Evaluar la capacidad de redacción

  • ¿Cómo se hace?

Aunque el modelo de comentario de texto más aconsejable dependerá de cada caso, a continuación hay algunas indicaciones muy generales que pueden ayudar a afrontar este tipo de ejercicio.

1. Lectura del texto íntegro
Conviene hacer una primera lectura de comprensión global y después una segunda lectura más detallada para detectar los elementos más importantes para el análisis.
A lo largo de la lectura, subrayar lo más importante y realizar anotaciones al margen.

2. Análisis e interpretación
Análisis de la terminología utilizada en el texto- Señalar los términos más significativos y aclarar su sentido en el texto.
Organización del contenido del texto - Identificar las ideas esenciales. ¿Cómo se distribuye la información a lo largo del texto? ¿Cuántas partes se pueden diferenciar? ¿Cómo se articula el texto desde el punto de vista lógico? - Reagrupar y expresar los temas contenidos en el texto.
Análisis e interpretación del contenido del texto - ¿Quién es el autor del texto? ¿A quién se dirige? - Analizar la intención del autor. ¿Qué pretende el autor que haga o piense el lector? ¿Hay otras opiniones contrarias o alternativas a las del autor? ¿Aporta diferentes puntos de vista? ¿Se contrasta con otras opiniones o valoraciones? - Las ideas expuestas en el texto, ¿tienen alguna relación con el pensamiento o la personalidad del autor, un proceso o marco histórico, una corriente literaria o filosófica?


3. Textualización
Realizar un esquema que sirva de guía para estructurar la redacción del comentario de forma ordenada, con una introducción, un desarrollo y una conclusión.
Revisar el borrador del comentario. Esta fase implica no sólo corregir la redacción del comentario, sino sobre todo leer de nuevo el texto y el comentario para intentar completar el análisis.
Una vez revisado el borrador, ya se puede proceder a la redacción definitiva.


4. ¿Qué hay que evitar?
La repetición sistemática. Decir lo mismo que dice el texto con las mismas palabras es un ejercicio inútil. Se trata de hacer aportaciones que ayuden a aclarar e interpretar el texto. Se pueden citar breves fragmentos que sean esenciales, pero es mejor que se pueda explicar con propias palabras las conclusiones en torno al texto.
El automatismo. No se trata de aplicar mecánicamente un método inamovible. Hay que diferenciar el tipo de comentario y adaptarlo a la asignatura y la metodología que proponga cada docente.